Los planes de acción climática, los informes y las declaraciones suelen comenzar citando el umbral de calentamiento de 1,5 ° C otorgado por el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) de las Naciones Unidas como motivación para sus propuestas para reducir las emisiones de carbono. Pero las “soluciones” simplistas de reducción de CO2 no logran deconstruir y curar la relación abusiva que tenemos con la Tierra: extracción impulsada por el capitalismo y la colonización. Un enfoque exclusivo en el CO2 y la temperatura como problemas a mitigar, que proviene de una dependencia descontextualizada del informe del IPCC, deja de lado las raíces históricas, dinámicas y culturales del cambio climático. No aborda el sistema opresivo que perpetúa no solo el cambio climático, sino también los problemas destructivos relacionados como la contaminación, las crisis de extinción, las guerras por el agua, etc.
Necesitamos pasar de la descarbonización a la descolonización.​